Hace unos años apareció en la opinión publica Argentina, un hombre que cayó simpatico a algunos grupos comunicacionales que en el espacio politico siempre tuvieron intereses creados. Se trata del joven rabino Sergio Bergman, quien apareció en la escena mediatica como un hombre de valores solidarios, principios humanistas y dotado de una fuerte sencibilidad social. Hoy, a no tanto tiempo de su aparición en los medios, dichas atribuciones quedan caducas en el representante del judaismo, puesto que en su discurso no se traduce nada que tenga algun punto de conección con la solidaridad, el humanismo y la sencibilidad social; encontrandoce su actitud mucho mas cerca de una conducta reaccionaria que progresista. Esto no se hace nada dificil de demostrar si se acude a lo que fué su desempeño desde su aparición; en donde por ejemplo veremos que en lugar de hacer incapié en el flagelo de la pobreza y de la indigencia que sufren gran parte de los argentinos, a preferido fijar esfuerzos en tratar de conseguir penas mas duras para los delincuentes y carcel para los niños. Otra de sus actitudes que han demostrado un fuerte caracter reaccionario, fué su anti-kirchnerismo extremo, el cual le brotó desde el conflicto surgido entre el gobierno argentino y los empresarios del campo, por la sanción de la ley de medios audiovisuales antimonopolica y por la relación comercial, de amistad y hermandad que desde el año 2003 Argentina mantiene con paises que experimentan procesos revolucionarios de izquierda como Bolivia, Venezuela y Cuba.Este religioso profeso no hace mas que representar a la falsedad y al fascismo; no escuchandoselo nunca criticar al genocidio diario que el estado de Israel genera contra musulmanes y palestinos y haciendo la vista gorda en temas como la invación yanqui a Afganistan e Irak o con el golpe de estado en Honduras.
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