sábado, 23 de febrero de 2013

El XV Congreso del PCFR reafirma que "el tiempo de Ziuganov ya pasó"

Kotty Menendez.
El Partido Comunista de la Federación Rusa ha inaugurado su XV congreso partidario y la historia es la misma de siempre; Guennadi Ziuganov es el coordinador, sus principios y objetivos siguen siendo los mismos que los postulados en su resurgimiento en el espacio pos soviético. A la vez que se continúa indicando la supuesta capacidad del partido para hacer frente al neoliberalismo, a las grandes oligarquías y al anticomunismo.

A decir verdad como en repetidas ocasiones, la reunión partidaria se trató tan solo de un encuentro institucional, casi de gala, que los comunistas rusos se dan cada tanto para renovar esperanzas.

Que de un congreso partidario, realizado por el órgano heredero del que fuera el legendario partido de Lenin y Stalin, director de las políticas oficiales de la que fuera entonces la nación más grande del mundo; se extraiga como positivo que la institución representa a la segunda fuerza política en las urnas y en el parlamento; refleja una falta de aspiración revolucionaria casi decadente.

En diferentes ocasiones lo he dicho: “El tiempo de Ziuganov pasó”; y esto no se trata de dar al viejo líder comunista ruso una despiadada critica de forma gratuita, evitando reconocerle las cosas buenas que ha realizado, pues recordemos que en algún momento, aunque breve, el PCFR fue la fuerza política más influyente de Rusia; pero lo ocurrido en aquel entonces y lo que ocurre en la actualidad, es precisamente lo que hace exigir un cambio en la cúpula del partido.

Ziuganov no supo mantener al partido en el liderazgo nacional que logró en los años 95 y 96 y no supo volcar en el campo de la lucha popular la búsqueda de las victorias que los comunistas habían obtenido en las urnas. Esto solo sirvió para incrementar el poder del liberal Rusia Unida, que cambiando su modo de hacer política, al adoptar una retórica patriótica y proteccionista pudo imponerse como el único partido fuerte de toda la federación.

Al día de hoy el PCFR ha dejado de ser un partido capaz de influir en el seno de su sociedad para motivar un cambio de rumbo en Rusia y por lo tanto en el mundo, quedando esa opción por esa falta de cintura política de Ziuganov, en manos del gobernante Rusia Unida; esa amarga situación en la que están sumidos los comunistas rusos y su alejamiento de las masas, y por ende de la posibilidad de tomar el poder, exigen un cambio en la dirección del partido y en el modo de proceder para que el mismo logre sus objetivos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy acertado y oportuno análisis, Ziuganov es una personalidad omega, un perdedor nato. Es feliz en la oposición, por eso lleva 20 años de inoperancia y caida libre. Y en los momentos críticos siempre se achantó, siempre encontró excusas para no actuar como un alfa. (Sin ir más lejos el año 1996 cuando le robaron el triunfo y se limitó a decir "no caigamos en provocaciones"). Quizás no tuviera fuerza para revertir la situación, pero sí para hacer constar en la calle, a los 4 vientos, el pucherazo. Lo que llevó al desánimo y desmovilización a millones de comunistas beta.

ib1960

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