El hijo más pequeño del coronel Muammar Khadafi, Jamis, está vivo, se encuentra en buen estado y dirige a la resistencia verde con sus contactos en Libia, que controlan el sur y el este del país y se reagrupan rodeando la capital trípoli por el oeste.
La OTAN no solo no cumplió su misión en Libia por la inmoral violación de su propia resolución 1973 para la “protección de civiles”, sino que además no cumplió su objetivo fundamental: la destrucción total del khadafismo.
Hoy mientras el poder real en Libia lo detenta Al Qaeda y las milicias armadas hasta los dientes puestas por Qatar, Europa y Norteamerica, el pretendido ejercito de la era pos Khadafi está en una abierta guerra contra estos sectores al igual que los leales al traidor y renegado general Jalifa Haftar. En pocas palabras; todos los traidores y sicarios plurinacionales que participaron de la conspiración contra la Libia socialista, se están masacrando entre sí.
En el sur y el este, los seguidores de Khadafi y sus aliados de las tribus subsaharianas mantienen un control bastante preciso de las regiones, el cual no pudo ser doblegado ni siquiera por los ataques aéreos que el “ejército libio” llevó a cabo en su contra.
Las tribus libias otorgan su apoyo a la resistencia y entre los libios vuelve a implantarse el debate acerca de la llamada “Hora Cero”, lo que puede suponer la expulsión de los colonialistas islamistas y liberales, a través de una guerra de guerrillas total que no podrían resistir.
Debido a que el gobierno de facto libio no puede hacerse cargo ni de la seguridad de sus ministerios y otras instituciones, como demostración de poder busca ejecutar a los leales a la Yamahiriya que tiene bajo su poder, y así golpear moralmente al khadafismo. Pero a la vez que esto ocurre, la resistencia continúa con el acopio de armas y de grandes cifras de dinero que le permiten mantenerse en buenas condiciones para su operatividad.
Jamis Khadafi fue el General de la Brigada Mecanizada Nro 32 que causó importantes bajas a los sicarios del Consejo Nacional de Transición y a sus “ayudantes” de la OTAN en Zawiya, Misrata y Trípoli; durante más de cinco veces fue dado por muerto tanto por despachos de occidente como por fuentes del nuevo gobierno libio. La última fue el 20 de octubre del 2012 cuando se cumplía el primer aniversario del martirio de su padre, desmentida horas más tarde por el vocero de Khadafi Ibrahim Mussa.
Por otra parte respecto a la cuestión de Saif al Islam, son cada vez más los que lo indican como “la única salvación de Libia”. Este buen hombre que tanto hizo por los DDHH de árabes y africanos sin importar sus ideologías o religiones, tiene un gran carisma y un gran potencial cognitivo y popular, que puede poner fin al caos y apartheid que sufre su país.
¡Saif presidente! ¡Jamis al ejercito! ¡El pueblo al poder!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario