Después de haber hecho el balance sobre las elecciones de Die linke en las legislativas alemanas, este 2013 que nos devora y nos encuentra en octubre; me hizo volver a girar la cara hacia Libia, como habitualmente lo hice desde que decidí crear el blog; pero esta vez de una manera especial, porque octubre, para nosotros es especial.
Había escrito hace un mes una nota informando sobre los festejos que jóvenes de diferentes partes del sur de Libia, desarrollaron el primero de septiembre, al cumplirse 44 años de la revolución encabezada por el coronel Khadafi. Ahora empezando a ser masticado por un nuevo octubre, al girar la cara hacia Libia una vez más, me pregunte sobre la resistencia khadafista y los seguidores del viejo líder, ¿Por qué me lo pregunte? Porque para el panorama mediático común ya no existen; y vamos que en común no solo entran la tele y los diarios; también entran grandes, medianos y chicos espacios de la web, que inclusive siendo algunos los representantes del “alternativismo” no hacen nada verdaderamente alternativo y en definitiva y mas allá de la orientación subjetiva con que los comuniquen; los hechos sobre los que tratan, son los mismos que los tratados por la podrida prensa occidental.
Haber estado pendiente día a día de la guerra que los imperialistas llevaron a cabo en Libia y a raíz de esto, buscar información, debatir y conocer compañeros que aportan nuevos recursos, escribir sobre el conflicto desarrollado y demás, me llevó a poder sacar conclusiones que van más allá de meras conjeturas, por lo menos dentro de lo que yo concibo.
Octubre abría la boca, yo pensaba en la resistencia verde; la web no tenía por lo menos en idioma español, nada que me anime o convenza a usar como fuente de una nota sobre la resistencia. Por lo cual si quería hacer una nota de la resistencia verde, tenía que encargarme de pensar y de repasar. Y pensé, y de inmediato encontré variantes; al repasar podía concluir determinadas situaciones que la resistencia podría estar atravesando, lo cual me llevó a encontrar diferentes fuentes del tema, pero una es especial y siento que puede de alguna forma, avalar las conclusiones sacadas en el proceso de repaso y análisis.
Repasar los acontecimientos que resultaron de la guerra en Libia, tratando de escribir algo a cerca de la resistencia, me llevó a Saadi Khadafi, el hijo futbolista del coronel, en quien también recayó aquel patético alerta naranja de Interpol en marzo del 2011 del que Niger decidió salvarlo, como también lo salvó de las nuevas autoridades del país que buscan extraditarlo a Libia para podér juzgado y condenarlo a muerte, como se pretende hacer con su Hermano Saif al Islam encarcelado en Zintan y con el resto de su familia asilados en Oman, o como ya se hizo con distintos cuadros khadafistas que fueron sometidos a “procesos judiciales” en la nueva Libia.
¿Por qué Saadi Khadafi?
Lisa y llanamente porque está en Niger, un aliado incondicional de la Libia de Khadafi, que con orgullo abrió sus puertas a cuadros y militares khadafistas luego de la caída de Trípoli, en donde además son numerosos y contienen muchas esferas de poder los tuaregs, incondicionales aliados de Khadafi desde siempre.
Para el día 24 de agosto del 2011, Tripoli está casi enteramente tomada por los imperialistas, el gobierno y sus leales se trasladan a centros urbanos ubicados kilómetros al sur de la capital libia, donde la bandera verde aún flameaba y la Yamahiriya imponía su jurisdicción. Allí en medio de las tratativas que los nada rebeldes del CNT impuestos por la OTAN, llevaban adelante con las autoridades de los poblados de Sirte, Bani Walid y Sabha, procurando la entrega de los distritos al CNT sin resistencia (que finalmente no se dio); fue cuando un convoy de más de 250 vehículos, custodiado por tuaregs libios y nigerinos y escoltados por agente militares de ambos países, entró en Niger repleto de armas, oro y dinero. Se presume que en el Convoy viajaban miembros de la cúpula khadafista así como también cuadros intermedios y altos grados castrenses.
Haber, hagámos telepatía.
Cuando ya 82 países del globo reconocían al CNT como el nuevo gobierno de Libia, incluidos entre estos, muchos miembros de la Unión Africana, como el caso del propio Niger, aunque aún existían excepciones como la de Sudáfrica que luego de votar en el Consejo de Seguridad de la ONU a favor de la resolución 1973, estaba furiosa de cómo habían llevado acabo la normativa internacional y se negaba a reconocer al CNT. Niger abre sus fronteras a un gran contingente de militares y cuadros khadafistas que no son desertores ni han exteriorizado rendición alguna y que encima de estar protegidos por militares nigerinos, son recibidos con honores de estado por autoridades militares y regionales del país vecino, el principal anfitrión es el coronel Garba Maikido que se encarga de darles la bienvenida.
Los al menos 250 vehículos blindados que conformaban el convoy libio que el 6 de septiembre entró a Niger con la complicidad de sus autoridades políticas y servicios secretos; fue en realidad la caravana khadafista que la inteligencia imperialista logró detectar; tarde, pues por eso no la bombardeó, pero con seguridad no la única que se abrió camino a la hermana nación. De hecho dos días antes de la llegada de esta caravana, el responsable de seguridad de las fuerzas Khadafistas, Mansour Dhao, llegó a Niger en otra caravana junto a otro contingente político y militar. Como es de público conocimiento, Dhao luego regresó a Sirte a resistir el genocidio junto al coronel, las amazonas y Muthassen entre otros. Siendo capturado el día del magnicidio.
Así que Saadi me llevó a Niger que inexorablemente me llevó a los tuaregs, lo que incluso podria llevarme hasta Burkina Faso, otro africano apurado en reconocer al CNT, que sin embargo se opuso desde la primera hora a la “intervención humanitaria” y no paró de ofrecerle a Khadafi vacaciones pagas de primer nivel por el resto de su vida, además de darle sin dudas, la posibilidad de diseñar desde Burkina Faso un nuevo plan para tomar el poder; Blaise Compaoré presidente burkinés, como muchos del continente, tenía muchas deudas con Khadafi que no le permitirían negarse. Pero el que se negó fue Khadafi; y no solo ante la tentadora oportunidad que le otorgaba Compaoré, también se opuso a ser salvado por los servicios secretos británicos que habían tomado participación en la toma de Trípoli y a la vez diseñaron un plan ultra secreto sin la participación de otros países de la OTAN ni del CNT, para salvarle la vida a Khadafi durante la ofensiva imperialista y trasladarlo a Guinea Ecuatorial, un país fuera del derecho internacional en el que también se le garantizaría un lujoso retiro jubilatorio. Finalmente, durante el inhumano asedio de las fuerzas imperiales y del CNT a su ciudad natal, Sirte; los pobladores de la localidad que aún quedaban en ella y sus allegados, llorando, le pidieron al coronel que salve su vida, que escape a alguno de los tantos países dispuestos a asilarlo y que desde allí organice la recuperación; pero también se negó. No quería saber nada con algo que mínimamente tenga carácter de renuncia alguna ¡Victoria o Martirio! Ya había gritado el coronel, el mismo lo había dicho “solo me queda resistir, no hay otra alternativa para mí”.
Quien tiene solo una alternativa es el líder.
O sea que la única alternativa que tenía el coronel, era resistir. Lo hizo, y muy bien. Granada y pistola en mano, Khadafi amenazó con volar el vehículo al cual lo intentaban convencer de que suba para salvarle la vida. Prefería la muerte y cualquier tipo de tortura que la rendición, incluso cuando la rendición tuviera gran potencialidad de ser un respiro para la reorganización. Y lo bien que hizo en elegir el camino del martirio y la muerte, pues la reorganización de las fuerzas khadafistas era inevitable y hoy para resurgir no tienen nada mejor que el ejemplo de lucha y martirio de su líder.
Este extraño “dictador” africano de quien un viejo agente de la CIA diría que “es más astuto que dos zorros del desierto” se había impuesto a si mismo, solo a si mismo; la resistencia como única alternativa a la agresión imperialista. Pero nada de ello había impuesto a aquellos cuadros políticos, miembros del gobierno y del ejército, que los primeros días de septiembre del 2011 entraron de a cientos en Niger, en vehículos blindados, custodiados y armados hasta los dientes y repletos de dinero y oro, lo que sin lugar a dudas puede ser usado para la reorganización de la resistencia. Tampoco era la única alternativa de los civiles seguidores de Khadafi, otros cuadros políticos, otros miembros del gobierno y otros mandos militares que ya sea en agosto o en octubre, dejaron de pelear o tomar posición o buscaron refugio en el extranjero.
Tampoco era la única alternativa que tenían los tuaregs, quienes declararían fidelidad a Khadafi aún después de su muerte, reafirmando su voluntad favorable a la causa de la Yamahiriya, así como también para establecer coordenadas que les permitan reagruparse.
En fin, no era la única alternativa de importantísimos cuadros khadafistas que hoy están sanos y salvos organizando la resistencia verde en diferentes frentes, sobretodo en el político y popular, y aseguran que volverán a gobernar Libia.
Muchos de los cuadros prominentes de la Yamahiriya que están fuera de Libia, tienen contacto permanente con sus compatriotas y compañeros en suelo libio, y de hecho muchos de estos cuadros ya han entrado en Libia nuevamente. Dicen que si hoy optaran por la opción militar contarían con el respaldo de al menos 90.000 khadafistas agrupados en el sur del país, más la segura participación de los tuaregs nigerinos, de Burkina Faso y del sudoeste libio y la tribu Warfala. La única razón que lleva a los khadafistas que manejan la dirección de la resistencia a no optar, al menos por el momento, por la vía armada, es la presencia de la OTAN en el país, cuya principal fuente de vigilancia son los seguidores del régimen anterior. La OTAN tiene una presencia muy elevada en Libia según lo que comunica un prominente cuadro Khadafista, no solo a través de los barcos del mediterráneo y de los aviones, sino que también en tierra y no solo a través de sus agentes árabes o tribales a los que mandan, sino que también de sus propias tropas. Al menos 3.000 militares de la OTAN siguen desarrollando operaciones en Libia y el mensaje dado a los khadafistas tanto de forma pública como privada, fue el siguiente: “Al menor bochinche van a ser aplastados con toda la furia”.
Desde Niger en febrero del año pasado, Saadi Khadafi aseguró tener contacto con mucha gente de Libia y prometió organizar una reconquista que según sus palabras “estallará en varios rincones del país y en forma de revuelta”. Coincide con el alto cuadro khadafista entrevistado en Madrid por periodistas de Resumen Latinoamericano, que asegura que la gente está disgustada con las nuevas autoridades, que probaron los que es una Libia lejana a los principios khadafistas y que no la quieren; están muy amargados por ser manejados por EEUU, Francia, Gran Bretaña y Qatar; están pasando hambre y miles de penurias que nunca habían experimentado, además de soportar el salvajismo y la anomia cotidiana. Para colmo, la poca riqueza que la nueva Libia produce va toda a parar al extranjero. El pueblo se ha quedado sin nada de repente.
El plan para la reconquista está en marcha, es confirmado por eminentes cuadros khadafistas a los que vimos pelear palmo a palmo en la guerra de 2011 contra la OTAN y lograron sobrevivir, algunos aún no pueden mostrarse abiertamente, por su notoriedad en el régimen anterior y por eso están fuera de Libia. Pero todos aseguran que la coyuntura se va volviendo favorable a ellos, sobre todo en el plano social, de hecho aseguran que si les permitieran participar en elecciones verdaderamente democráticas, a través de su agrupación politica, el Movimiento Nacional y Popular Libio; ganarían ampliamente los comicios y es precisamente por ello que los proscriben de participar. Hoy en Libia, ser seguidor de Khadafi está prohibido por “ley” y puede conllevar a la cadena perpetua o la pena de muerte.
El martirio del coronel.
¿Que hubiese pasado si en lugar de amenazarlos de inmolarse con una granada si lo subían al auto de la fuga a la vida, Khadafi hubiera aceptado y subido sin titubeos? ¿Con que cara, ese Khadafi huido iba a poder decirles hoy a sus seguidores que avancen a la reconquista?
No habría forma, los khadafistas con un Khadafi vivo en el exilio dando órdenes a sus seguidores, tan solo podrían aspirar a tener un ejército de mercenarios movidos por el dinero como sus rivales del CNT o quizás, diferentes grupos políticos locales financiados; pero nada más. En la coyuntura política real de la actual Libia, probablemente no conseguirían los adeptos del pueblo que hoy tienen tras el ejemplo de sacrificio y martirio que les dejó su líder.
Si Khadafi hoy estaría viviendo cómodamente en un país ajeno, no solo no podría organizar la resistencia porque tendría a la inteligencia del mundo detrás suyo; si no que además, su pueblo ya no tendría como referencia al líder valiente y con principios irrenunciables que conocieron, y por ende, el clamor popular que hoy siente el pueblo libio por él, no sería el mismo. En cambio los sentimientos de ver al Guía que les prometió luchar hasta el fin, siendo violado, torturado y asesinado por no entregar a su pueblo, es una inyección anímica en el corazón de la gran mayoría de los libios que comprendieron sin ningún tipo de prueba en contrario, el inmenso y glorioso líder que tenían.
Según el alto cuadro político libio, famoso y cercano a Khadafi, entrevistado por Resumen Latinoamericano; el sur libio sería la zona de mayor presencia de los seguidores de la Yamahiriya, pero no la única, incluso hay grupos que están rodeando la capital (Trípol), sobre todo por el oeste. A el, no le caben dudas de que volverán al gobierno en Libia y promete volver a vernos en Trípoli, rodeados por banderas verdes.
Fuentes:
Había escrito hace un mes una nota informando sobre los festejos que jóvenes de diferentes partes del sur de Libia, desarrollaron el primero de septiembre, al cumplirse 44 años de la revolución encabezada por el coronel Khadafi. Ahora empezando a ser masticado por un nuevo octubre, al girar la cara hacia Libia una vez más, me pregunte sobre la resistencia khadafista y los seguidores del viejo líder, ¿Por qué me lo pregunte? Porque para el panorama mediático común ya no existen; y vamos que en común no solo entran la tele y los diarios; también entran grandes, medianos y chicos espacios de la web, que inclusive siendo algunos los representantes del “alternativismo” no hacen nada verdaderamente alternativo y en definitiva y mas allá de la orientación subjetiva con que los comuniquen; los hechos sobre los que tratan, son los mismos que los tratados por la podrida prensa occidental.
Haber estado pendiente día a día de la guerra que los imperialistas llevaron a cabo en Libia y a raíz de esto, buscar información, debatir y conocer compañeros que aportan nuevos recursos, escribir sobre el conflicto desarrollado y demás, me llevó a poder sacar conclusiones que van más allá de meras conjeturas, por lo menos dentro de lo que yo concibo.
Octubre abría la boca, yo pensaba en la resistencia verde; la web no tenía por lo menos en idioma español, nada que me anime o convenza a usar como fuente de una nota sobre la resistencia. Por lo cual si quería hacer una nota de la resistencia verde, tenía que encargarme de pensar y de repasar. Y pensé, y de inmediato encontré variantes; al repasar podía concluir determinadas situaciones que la resistencia podría estar atravesando, lo cual me llevó a encontrar diferentes fuentes del tema, pero una es especial y siento que puede de alguna forma, avalar las conclusiones sacadas en el proceso de repaso y análisis.
Repasar los acontecimientos que resultaron de la guerra en Libia, tratando de escribir algo a cerca de la resistencia, me llevó a Saadi Khadafi, el hijo futbolista del coronel, en quien también recayó aquel patético alerta naranja de Interpol en marzo del 2011 del que Niger decidió salvarlo, como también lo salvó de las nuevas autoridades del país que buscan extraditarlo a Libia para podér juzgado y condenarlo a muerte, como se pretende hacer con su Hermano Saif al Islam encarcelado en Zintan y con el resto de su familia asilados en Oman, o como ya se hizo con distintos cuadros khadafistas que fueron sometidos a “procesos judiciales” en la nueva Libia.
¿Por qué Saadi Khadafi?
Lisa y llanamente porque está en Niger, un aliado incondicional de la Libia de Khadafi, que con orgullo abrió sus puertas a cuadros y militares khadafistas luego de la caída de Trípoli, en donde además son numerosos y contienen muchas esferas de poder los tuaregs, incondicionales aliados de Khadafi desde siempre.
Para el día 24 de agosto del 2011, Tripoli está casi enteramente tomada por los imperialistas, el gobierno y sus leales se trasladan a centros urbanos ubicados kilómetros al sur de la capital libia, donde la bandera verde aún flameaba y la Yamahiriya imponía su jurisdicción. Allí en medio de las tratativas que los nada rebeldes del CNT impuestos por la OTAN, llevaban adelante con las autoridades de los poblados de Sirte, Bani Walid y Sabha, procurando la entrega de los distritos al CNT sin resistencia (que finalmente no se dio); fue cuando un convoy de más de 250 vehículos, custodiado por tuaregs libios y nigerinos y escoltados por agente militares de ambos países, entró en Niger repleto de armas, oro y dinero. Se presume que en el Convoy viajaban miembros de la cúpula khadafista así como también cuadros intermedios y altos grados castrenses.
Haber, hagámos telepatía.
Cuando ya 82 países del globo reconocían al CNT como el nuevo gobierno de Libia, incluidos entre estos, muchos miembros de la Unión Africana, como el caso del propio Niger, aunque aún existían excepciones como la de Sudáfrica que luego de votar en el Consejo de Seguridad de la ONU a favor de la resolución 1973, estaba furiosa de cómo habían llevado acabo la normativa internacional y se negaba a reconocer al CNT. Niger abre sus fronteras a un gran contingente de militares y cuadros khadafistas que no son desertores ni han exteriorizado rendición alguna y que encima de estar protegidos por militares nigerinos, son recibidos con honores de estado por autoridades militares y regionales del país vecino, el principal anfitrión es el coronel Garba Maikido que se encarga de darles la bienvenida.
Los al menos 250 vehículos blindados que conformaban el convoy libio que el 6 de septiembre entró a Niger con la complicidad de sus autoridades políticas y servicios secretos; fue en realidad la caravana khadafista que la inteligencia imperialista logró detectar; tarde, pues por eso no la bombardeó, pero con seguridad no la única que se abrió camino a la hermana nación. De hecho dos días antes de la llegada de esta caravana, el responsable de seguridad de las fuerzas Khadafistas, Mansour Dhao, llegó a Niger en otra caravana junto a otro contingente político y militar. Como es de público conocimiento, Dhao luego regresó a Sirte a resistir el genocidio junto al coronel, las amazonas y Muthassen entre otros. Siendo capturado el día del magnicidio.
Así que Saadi me llevó a Niger que inexorablemente me llevó a los tuaregs, lo que incluso podria llevarme hasta Burkina Faso, otro africano apurado en reconocer al CNT, que sin embargo se opuso desde la primera hora a la “intervención humanitaria” y no paró de ofrecerle a Khadafi vacaciones pagas de primer nivel por el resto de su vida, además de darle sin dudas, la posibilidad de diseñar desde Burkina Faso un nuevo plan para tomar el poder; Blaise Compaoré presidente burkinés, como muchos del continente, tenía muchas deudas con Khadafi que no le permitirían negarse. Pero el que se negó fue Khadafi; y no solo ante la tentadora oportunidad que le otorgaba Compaoré, también se opuso a ser salvado por los servicios secretos británicos que habían tomado participación en la toma de Trípoli y a la vez diseñaron un plan ultra secreto sin la participación de otros países de la OTAN ni del CNT, para salvarle la vida a Khadafi durante la ofensiva imperialista y trasladarlo a Guinea Ecuatorial, un país fuera del derecho internacional en el que también se le garantizaría un lujoso retiro jubilatorio. Finalmente, durante el inhumano asedio de las fuerzas imperiales y del CNT a su ciudad natal, Sirte; los pobladores de la localidad que aún quedaban en ella y sus allegados, llorando, le pidieron al coronel que salve su vida, que escape a alguno de los tantos países dispuestos a asilarlo y que desde allí organice la recuperación; pero también se negó. No quería saber nada con algo que mínimamente tenga carácter de renuncia alguna ¡Victoria o Martirio! Ya había gritado el coronel, el mismo lo había dicho “solo me queda resistir, no hay otra alternativa para mí”.
Quien tiene solo una alternativa es el líder.
O sea que la única alternativa que tenía el coronel, era resistir. Lo hizo, y muy bien. Granada y pistola en mano, Khadafi amenazó con volar el vehículo al cual lo intentaban convencer de que suba para salvarle la vida. Prefería la muerte y cualquier tipo de tortura que la rendición, incluso cuando la rendición tuviera gran potencialidad de ser un respiro para la reorganización. Y lo bien que hizo en elegir el camino del martirio y la muerte, pues la reorganización de las fuerzas khadafistas era inevitable y hoy para resurgir no tienen nada mejor que el ejemplo de lucha y martirio de su líder.
Este extraño “dictador” africano de quien un viejo agente de la CIA diría que “es más astuto que dos zorros del desierto” se había impuesto a si mismo, solo a si mismo; la resistencia como única alternativa a la agresión imperialista. Pero nada de ello había impuesto a aquellos cuadros políticos, miembros del gobierno y del ejército, que los primeros días de septiembre del 2011 entraron de a cientos en Niger, en vehículos blindados, custodiados y armados hasta los dientes y repletos de dinero y oro, lo que sin lugar a dudas puede ser usado para la reorganización de la resistencia. Tampoco era la única alternativa de los civiles seguidores de Khadafi, otros cuadros políticos, otros miembros del gobierno y otros mandos militares que ya sea en agosto o en octubre, dejaron de pelear o tomar posición o buscaron refugio en el extranjero.
Tampoco era la única alternativa que tenían los tuaregs, quienes declararían fidelidad a Khadafi aún después de su muerte, reafirmando su voluntad favorable a la causa de la Yamahiriya, así como también para establecer coordenadas que les permitan reagruparse.
En fin, no era la única alternativa de importantísimos cuadros khadafistas que hoy están sanos y salvos organizando la resistencia verde en diferentes frentes, sobretodo en el político y popular, y aseguran que volverán a gobernar Libia.
Muchos de los cuadros prominentes de la Yamahiriya que están fuera de Libia, tienen contacto permanente con sus compatriotas y compañeros en suelo libio, y de hecho muchos de estos cuadros ya han entrado en Libia nuevamente. Dicen que si hoy optaran por la opción militar contarían con el respaldo de al menos 90.000 khadafistas agrupados en el sur del país, más la segura participación de los tuaregs nigerinos, de Burkina Faso y del sudoeste libio y la tribu Warfala. La única razón que lleva a los khadafistas que manejan la dirección de la resistencia a no optar, al menos por el momento, por la vía armada, es la presencia de la OTAN en el país, cuya principal fuente de vigilancia son los seguidores del régimen anterior. La OTAN tiene una presencia muy elevada en Libia según lo que comunica un prominente cuadro Khadafista, no solo a través de los barcos del mediterráneo y de los aviones, sino que también en tierra y no solo a través de sus agentes árabes o tribales a los que mandan, sino que también de sus propias tropas. Al menos 3.000 militares de la OTAN siguen desarrollando operaciones en Libia y el mensaje dado a los khadafistas tanto de forma pública como privada, fue el siguiente: “Al menor bochinche van a ser aplastados con toda la furia”.
Desde Niger en febrero del año pasado, Saadi Khadafi aseguró tener contacto con mucha gente de Libia y prometió organizar una reconquista que según sus palabras “estallará en varios rincones del país y en forma de revuelta”. Coincide con el alto cuadro khadafista entrevistado en Madrid por periodistas de Resumen Latinoamericano, que asegura que la gente está disgustada con las nuevas autoridades, que probaron los que es una Libia lejana a los principios khadafistas y que no la quieren; están muy amargados por ser manejados por EEUU, Francia, Gran Bretaña y Qatar; están pasando hambre y miles de penurias que nunca habían experimentado, además de soportar el salvajismo y la anomia cotidiana. Para colmo, la poca riqueza que la nueva Libia produce va toda a parar al extranjero. El pueblo se ha quedado sin nada de repente.
El plan para la reconquista está en marcha, es confirmado por eminentes cuadros khadafistas a los que vimos pelear palmo a palmo en la guerra de 2011 contra la OTAN y lograron sobrevivir, algunos aún no pueden mostrarse abiertamente, por su notoriedad en el régimen anterior y por eso están fuera de Libia. Pero todos aseguran que la coyuntura se va volviendo favorable a ellos, sobre todo en el plano social, de hecho aseguran que si les permitieran participar en elecciones verdaderamente democráticas, a través de su agrupación politica, el Movimiento Nacional y Popular Libio; ganarían ampliamente los comicios y es precisamente por ello que los proscriben de participar. Hoy en Libia, ser seguidor de Khadafi está prohibido por “ley” y puede conllevar a la cadena perpetua o la pena de muerte.
El martirio del coronel.
¿Que hubiese pasado si en lugar de amenazarlos de inmolarse con una granada si lo subían al auto de la fuga a la vida, Khadafi hubiera aceptado y subido sin titubeos? ¿Con que cara, ese Khadafi huido iba a poder decirles hoy a sus seguidores que avancen a la reconquista?
No habría forma, los khadafistas con un Khadafi vivo en el exilio dando órdenes a sus seguidores, tan solo podrían aspirar a tener un ejército de mercenarios movidos por el dinero como sus rivales del CNT o quizás, diferentes grupos políticos locales financiados; pero nada más. En la coyuntura política real de la actual Libia, probablemente no conseguirían los adeptos del pueblo que hoy tienen tras el ejemplo de sacrificio y martirio que les dejó su líder.
Si Khadafi hoy estaría viviendo cómodamente en un país ajeno, no solo no podría organizar la resistencia porque tendría a la inteligencia del mundo detrás suyo; si no que además, su pueblo ya no tendría como referencia al líder valiente y con principios irrenunciables que conocieron, y por ende, el clamor popular que hoy siente el pueblo libio por él, no sería el mismo. En cambio los sentimientos de ver al Guía que les prometió luchar hasta el fin, siendo violado, torturado y asesinado por no entregar a su pueblo, es una inyección anímica en el corazón de la gran mayoría de los libios que comprendieron sin ningún tipo de prueba en contrario, el inmenso y glorioso líder que tenían.
Según el alto cuadro político libio, famoso y cercano a Khadafi, entrevistado por Resumen Latinoamericano; el sur libio sería la zona de mayor presencia de los seguidores de la Yamahiriya, pero no la única, incluso hay grupos que están rodeando la capital (Trípol), sobre todo por el oeste. A el, no le caben dudas de que volverán al gobierno en Libia y promete volver a vernos en Trípoli, rodeados por banderas verdes.
Fuentes:
Entrevista de Resumen Latinoamericano a colaborador de Khadafi:
Cruce a Niger:
Completísimo articulo sobre Khadafi, Libia y su historia, que avala la teoría de la reagrupación khadafista en Niger y en torno a los Tuaregs:
Mapa de las zonas de influencia de los Tuaregs: http://www.mediterraneosur.es/prensa/img/africom-sahel.jpg
Plan secreto de Londres para salvar a Khadafi:
Tuaregs demuestran fidelidad al coronel, a poco mas de mes y medio de su muerte y se organizan:
Saadi habla de revolución en diferentes partes de Libia:
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