Por Khaled Yacoub Oweis
DAMASCO (Reuters) - Siria e Irán desafiaron el jueves a la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, con una muestra de unidad y desestimaron su llamado para que Damasco se distancie de una alianza de décadas con Teherán.
El presidente sirio, Bashar al-Assad, y su contraparte iraní, Mahmoud Ahmadinejad, firmaron un acuerdo bilateral para remover las visas de viaje y fomentar la asistencia a una ceremonia musulmana en Damasco.
La visita de Ahmadinejad se produjo un día después de que Clinton dijera que Estados Unidos pidió a Siria que "comience a distanciarse de su relación con Irán" y detenga su apoyo al movimiento libanés chiita Hezbollah, que también cuenta con el respaldo de Teherán.
"Debimos haber comprendido mal a Clinton por una mala traducción o por nuestro entendimiento limitado, de modo que firmamos el acuerdo para cancelar las visas", declaró Assad.
"Me parece extraño que ellos (los estadounidenses) hablen sobre estabilidad en Oriente Medio y paz y otros hermosos principios y pidan a dos países que se alejen el uno del otro", aseveró.
Por su parte, Ahmadinejad dijo en una conferencia de prensa que no habrá distancia entre Irán y Siria porque ambos países tienen los mismos objetivos, intereses y enemigos.
"Nuestro círculo de cooperación se expande día a día", manifestó el mandatario iraní.
El apoyo a Hezbollah es una parte primordial de la alianza entre Siria e Irán, conformada hace 30 años pese a las diferencias ideológicas entre las jerarquías gobernantes de los dos países.
Diplomáticos en Damasco dijeron que el respaldo sirio para el grupo ha sido el punto más importante en el reacercamiento entre Siria y Estados Unidos, que comenzó poco después de que el presidente Barack Obama asumiera el poder en enero del 2009.
(Editado en español por Marion Giraldo)
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