Dong Fei, de 33 años, realizó lo que en derecho penal se conoce como “una conducta típica, antijurídica y culpable”… Conducía en estado de ebriedad, a demasiada velocidad, atropelló a una persona y luego se dio a la fuga; situación por la cual volvió a colisionar y dejó una decena de nuevas victimas. El saldo total: dos muertos y nueve heridos.
Hoy, por aquel hecho de marzo del presente año, un tribunal penal de la Republica Popular de China, lo condena a la pena capital.
China es seguida de lejos por algunos vecinos orientales y por un históricamente pro pena de muerte como los EEUU, encabeza la lista de naciones con mas ejecuciones por año.
El caso antagónico sucede en varios países del mundo, sobre todo en algunos de Europa y America Latina, lugares en los cuales, las leyes penales, establecen al imputado de dicha acción una dispensa muy importante de sus responsabilidades, cosa que claramente no hace China.
Por sentencia también quedó establecido que la familia del reo deberá pagar casi 232 mil dólares a las familias de las víctimas del accidente.
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