“Aún toleramos esas sanciones que Ustedes esgrimen delante de nuestras narices pero, en cuanto sobrepasen la línea roja, responderemos de la forma más drástica”, manifestó el pasado viernes, el lider pro-sovietico, Alexandr Lukashenko, presidente de Belarus.
El líder revolucionario, no dejó en claro en ningún momento de su intervención, a que se refería con la amenaza de respuestas drásticas frente a sanciones que sobrepasen la línea roja; pero sin liugar a dudas hizo un llamado de atención a EEUU y la UE quienes al igual que en Irán, buscan perjudicar al gobierno independiente de la nación oriente europea.
En su aviso a los imperialistas, Lukashenko remarcó que la política de sanciones, reproches y demandas, no conduce a ninguna parte y que una Belarus inestable en el centro de Europa no le conviene a nadie.
El mandatario belorruso, al que la prensa derechosa lo llama el “último dictador” (seguro que por su patriotismo), afirmó que los lazos de Minsk con Rusia, China, India y los países del Asia Central resultan suficientes para asegurar la subsistencia de los ciudadanos, y aun en el supuesto de que esas relaciones peligren, el pueblo “resistirá aquí hasta el final defendiendo su independencia y soberanía”.
Fuente: Ria Novosti.
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