Desertores del ejercito sirio, unidos a la oposición armada que busca derrocar al presidente Bashar al Assad, lanzaron un ataque contra el edificio del Servicio de Inteligencia del país árabe en la provincia de Idlib, donde causaron la muerte a ocho trabajadores estatales, informó un reporte de la agencia Ria Novosti.
Dicha banda armada, formada hace unos meses, se ha enfrentado en diferentes ocasiones a las fuerzas regulares, leales al ordenamiento jurídico y social sirio, y también ha causado una gran cantidad de asesinatos a civiles de renombre que apoyan al partido oficial del estado de Siria; el Bass.
La acción de los terroristas sirios se da en el momento en que se conoció que los 4.000 “muertos” a manos del gobierno sirio de los que la ONU, las potencias capitalistas, los medios tendenciosos y ciertos organismos internacionales le han informado al mundo; en su mayoría están vivos.
Los muertos en Siria por los enfrentamientos armados producto del ataque subversivo de las bandas islamistas radicales, llegan a 1.500, siendo las victimas en su mayoría, militares y civiles seguidores del régimen no alineado conducido por el militante panarabista Bashar al Assad.
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