Abdullah Al Senussi quien había logrado exiliarse en Mauritania luego de la criminal invasión yanqui-europea que sufriera Libia el pasado año; fue entregado a Trípoli el anterior mes de septiembre por las autoridades del gobierno mauritano, a cambio de dádivas ofrecidas por la jerarquía estatal cipaya del país magrebí.
La extradición del ex jefe de la inteligencia de la Yamahiriya, retrasó el comienzo del juicio al hijo del patriota africano, Saif al Islam, quien permanece secuestrado por las brigadas de Zintan; puesto que de las valoraciones testimoniales extraídas de sus declaraciones se podrían producir “elementos probatorios” contrarios al principal cuadro político de la familia Khadafi, los que posibilitarían su ejecución.
La foto es fiel reflejo de la manera denigrante, revanchista y sin sostén de ningún tipo de garantismo procesal, a través de la cual se trata a los presos políticos hoy en Libia y se los constriñe a hacer declaraciones en su propia contra y en contra de todo agente imputado, defensor del antiguo régimen socialista nacional.
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