El estudio “Inmigración y Estado de bienestar”, realizado en España por la fundación La Caixa, estableció que los inmigrantes residentes en el país europeo, que representan un 12,17 por ciento de la población y equivalen a mas de 5,7 millones de personas, no solo aportan al estado mas de lo que reciben, sino que también utilizan apenas un 5,6% de los servicios sociales.
El director de la fundación, Jaime Lanaspa, dijo que el argumento de que los inmigrantes abusan de los servicios del estado, esgrimido por el gobierno español y mas de la mitad de la población, es injustificado.
El factor dinamizador de la inmigración en la economía hispana es evidente ya que el 30 por ciento del crecimiento del PBI del país en los últimos 20 años, fue consecuencia directa de los no españoles. A pesar de ello, este sector de la población en España es uno de los mas castigados por la crisis y relegado por la normativa española, registrándose entre ellos un 30% de desempleo (paro); el doble de lo que afecta a los autóctonos.
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