La nueva Libia, tierra de nadie si las hay en el mundo, donde la violencia y los vejámenes están a la orden del día, suma a sus cárceles rebalsadas de presos políticos, a cuatro miembros de la Corte Penal Internacional (CPI).
En un hecho inentendible y que refleja el totalitarismo de las nuevas autoridades de la nación norafricana, cuatro funcionarios de la CPI están detenidos desde el jueves en Libia, adonde habían llegado para reunirse con el hijo del ex líder nacional, Saif al Islam, encarcelado desde noviembre del año pasado, cuando fuera capturado por mercenarios de Zintan.
La noticia fue ofrecida por un comunicado de la CPI, que indicaba que cuatro miembros del personal de la CPI, estaban detenidos en Libia desde el pasado 7 de junio.
Esto se suma al arbitrario arresto de Melinda Taylor, letrada patrocinante de Saif al Islam, detenida por haber intentado entregarle documentos a su cliente, que, según los genocidas que gobiernan el país y quienes administran la “justicia” nacional, podrían representar un peligro para la seguridad de la nación.
La CPI, cómplice y participe en el genocidio Libio, hoy es victima de sus secuaces a quienes le pretende arrebatar el juzgamiento del hijo del patriota africano; consecuencia de la orden de arresto emitida el año pasado, contra Khadafi, miembros de su familia y del gobierno. Que en el plano real se configuró como un elemento estratégico mas, para lograr el derrocamiento del entonces orden revolucionario vigente en Libia.
Mientras que los mercenarios de Zintan no acceden a entregar al hijo de Khadafi a las autoridades centrales de la nueva Libia, exigiendo para ello un pago millonario; la CPI y el impuesto gobierno de facto, continúan en la disputa sobre el juzgamiento de Saif al islam, a quien el imperio procura asesinar o al menos silenciar por unos 30 años como mínimo, excluyéndolo de la actividad política libia y africana, puesto el peligro que su participación podría generar en los intereses de los yanquis y de los europeos.
Saif al Islam, el cuadro político mas prominente de la familia Khadafi, siempre fue visto como el natural sucesor de su padre y es una figura publica de mucho carisma y muy querida en su país y su continente; por lo cual, de gozar la libertad, significaría un verdadero peligro para los vendepatrias del CNT.
Fuente: Bio Bio y Russia Today
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