En los principales centros urbanos bolivianos, policías de bajo rango se han amotinado contra el gobierno central de la nación, conducido por Evo Morales; en demanda de mejoras salariales.
La protesta había tenido inicio desde temprano, cuando mas de 50 mujeres, esposas de los uniformados en cuestión, emprendieron una huelga de hambre en un cuartel de La Paz.
Luego de la citada acción de protesta, centenares de policías de los principales distritos del país, se plegaron a la medida de las mujeres, derivando la manifestación en la toma de comandos departamentales en ocho de las diez ciudades más importantes de Bolivia.
Los agentes de seguridad protestantes, reclaman un aumento en el salario mínimo de casi el 70% mas de lo que reciben actualmente, jubilación con el 100% de su salario y la anulación de la ley que les prohíbe opinar de política públicamente.
Ante el pedido de los uniformados, el ministro de Interior boliviano, Carlos Romero, explicó que la petición del reajuste de sueldos pedida por los policías protestantes, es difícil de promulgar, puesto que ello implicaría más de 100 millones de bolivianos (unos 14 millones de dólares).
Los agentes están amotinados en nueve cuarteles y junto a sus cónyuges ocuparon de manera pacífica cinco comandos departamentales. Sólo las ciudades de El Alto y Cobija no reportaron incidentes, según informa un reporte de la agencia periodística chilena Bio Bio.
Si bien en principio la acción de protesta tenía solo elementos de una manifestación pacifica en reivindicación de una mejora salarial, caída la noche, la medida de fuerza de los policías sindicalizados y de sus mujeres, se ha convertido en un verdadero motín que amenaza a la estabilidad nacional, y se suma a los sucesos desestabilizadores que vive la región.
A este momento, el motín policial se está registrando en todo el país, los agentes de seguridad se están replegando y no están saliendo a patrullar, según ha informádo Guadalupe Cárdenas, líder de un sindicato de esposas de policías.
Entre tanto, el comandante departamental Rosalío Alvarez, dijo que están investigando de manera exhaustiva lo que ha pasado, y señaló que tienen pruebas de la participación de infiltrados, que empujaron a que las manifestaciones de protestas se conviertan en actos de desestabilización.
Por su lado, el ex mayor de la policía David Vargas, quien fuera dado de baja de su actividad tras encabezar un motín en el año 2003 contra el gobierno derechista de Gonzalo Sanchez de Lozada; ha dicho que la actual situación de conflicto entre los policías protestantes y el gobierno, “es el resultado de un gobierno malagradecido con la policía”.
Desde Quito, el presidente Rafael Correa, en defensa de su par boliviano, hizo una comparación entre los actuales acontecimientos que se desarrollan en los principales centros urbanos de Bolivia, con la rebelión policial que el tuvo que enfrentar en 2010; que también se debían a reivindicaciones laborales, y que según el mandatario fue instigada por opositores y algunos medios para sacarlo del poder.
Mientras que se refleja una tenue y corta calma, ya que los uniformados amenazaron con endurecer sus protestas si en las horas venideras no tienen atención del gobierno; en las próximas horas se espera la llegada a la nación del presidente Evo Morales, quien se encuentra en Brasil participando en la cumbre de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas Rio+20.
Fuente: Bio Bio Chile.
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