La Organización de las Naciones Unidas desde su creación en octubre de 1945, no ha hecho otra cosa que conformarse como un instrumento de dominación imperialista. Desde su génesis a hoy, podemos ver como las potencias tejen oscuros hilos de dominación que el resto de las naciones están obligadas a soportar.
En esta ocasión, y una vez mas; pasándose por alto el mandato legal de la ONU, el desquiciado imperialismo occidental luego de ver frustrada, por el veto ruso y chino, su iniciativa sancionatoria contra Siria en el Consejo de Seguridad; busca sancionar a la asediada nación árabe a través de la Asamblea General.
Por medio de cipayos árabes como Arabia Saudíta y Qatar, occidente dispone contra Siria, de un documento diseñado por la Liga Árabe para poner fin de una vez al gobierno de Bashar Al Assad.
El documento a presentar por Arabia Saudíta, Qatar y otros países árabes, procura la caída del presidente Bashar Al Assad, al cual se insta a transferir el poder ejecutivo nacional, a manos del vicepresidente sirio.
Teniendo en cuenta que de la propia carta de la ONU surge que el único órgano capaz de imponer sanciones a países miembros de la organización, es el Consejo de Seguridad; encontramos que la nueva iniciativa imperial mas que estar viciada de nulidad; es un avasallamiento inescrupuloso de una norma imperativa del derecho internacional publico.
No obstante existen innumerables pruebas de la inexistente importancia que las potencias tienen sobre ordenamiento jurídico alguno, inclusive de los propios; lo que sumado a que en la Asamblea General de la ONU ningún país tiene derecho a veto; se puede intuir que mas allá del bochorno legal que la nueva iniciativa imperialista significa, pueda generarse una acción destituyente con alta suerte de eficacia, contra el presidente sirio Bashar Al Assad.
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