En el día de ayer en la capital chilena, se realizó la ceremonia fúnebre de los militantes comunistas, Lincoyán Berríos, Horacio Cepeda y Fernando Ortiz, desaparecidos en 1976 durante la nefasta dictadura de Augusto Pinochet.
Los detenidos desaparecidos a los cuales se homenajeó, fueron capturados por las fuerzas de seguridad del régimen fascista pro yanqui y lo ultimo que se sabía de ellos, es que habían sido trasladados al edificio del cuartel Simon Bolivar, que en los oscuros años de la dictadura chilena, cumplió tareas de centro extrajudicial de exterminio sistemático de militantes políticos contrarios al régimen totalitario.
Luego de mas de 35 años de permanecer en paradero desconocido, los restos de los citados militantes comunistas fueron entregados a sus familiares.
Las fuerzas adictas al bastardo milico chileno, usaban gas sarín e inyecciones letales de cianuro para terminar con la vida de los agonizantes prisioneros, mientras que una fuente local indicó que el activista Horacio Cepeda, fue ultimado a consecuencia de un shock de descarga eléctrica, tortura cotidianamente un las abusivas sesiones interrogatorios promovidas por Augusto Pinochet.
La dictadura pinochetista fue de la mas duraderas y sanguinarias de entre las acaecidas en los países latinoamericanos, durando 17 años y teniendo en su haber a mas de 5.000 chilenos muertos.
Fuente: Prensa Latia.
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